Siete; es mi número perfecto,
es mi lugar...
es como mi casa
después de haber muerto varias veces.
Nací en un número siete
después de siete horas de viaje de parto.
Me bautizo cuando ya no tenia nombre
con un sonido de siete letras.
Y siete veces me llamó
para que comprendiera que ya existía.
Me dijo flor de ocho letras
y al darse cuenta del error me llamó; salvaje.
Así fue después de siete cielos,
y cinco besos más dos labios.
Después de tres veredas más cuatro pasos...
Nací un número siete después de haber muerto muchas veces...
Y con siete tiempos
y cinco estrellas mas dos soles,
espero... vivir siete vidas para compensar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todos somos huella. Alondra
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.